Ortodexia

03 de Febrero del 2016

Actualmente se reconoce una tendencia hacia lo ‘saludable,’ en especial en cuestiones de alimentación, y pareciera que es un barco al cual es lógico todos queremos abordar, pero para eso hace falta preguntarnos ¿qué es saludable?

La Real Academia Española define saludable como un adjetivo de algo “que sirve para conservar o restablecer la salud corporal.”¹ Es decir, que en el ámbito alimenticio tiene un una dieta saludable es aquella que impacto positivo en nuestro cuerpo. La industria alimenticia ha identificado esto y cada vez podemos observar más y más productos con una inclinación hacia lo orgánico, lo artesanal, lo natural  y lo sustentable. Y todo esto a resultado en un creciente mercado de personas que buscan estas características en lo que consumen, pero hay quien sin darse cuenta pasa de lo saludable a lo insaludable sin tener consciencia de sí.

Actualmente el Manual de Diagnóstico y Estadísticas de Enfermedades Mentales, mejor conocido como DSM por sus siglas en inglés, reconoce diferentes tipos de trastornos de la conducta alimenticia. Los más conocidos son anorexia, bulimia y atracón compulsivo, pero hay otros que si bien caen dentro de la categoría de trastorno alimenticio no especificado, comienzan a formar tipos nuevos de trastornos. Uno más o menos conocido es la bigorexia, donde el paciente tiene una distorsión de su físico y cae en prácticas excesivas de ejercicio y el comúnmente va acompañado del consumo de esteroides anabolizantes.

En la última década, el médico Steven Bratman, nombró un nuevo tipo de trastrono alimenticio llamado ortorexia. Del griego orto que se refiere a lo recto o lo correcto y orexi que habla del apetito. Es decir, el comer en torno a lo correcto. Esta creciente enfermedad se caracteriza por la obsesión patológica con la comida biológicamente pura.² La obsesión en torno a la comida es igual de intensa que en cualquier otro trastorno alimenticio, sólo que ahora hay un enfoque en rechazar todo aquello que contenga conservadores o que en algún momento fue sometido a algún proceso químico o industrial, algunos restringen también los productos de origen animal. El problema con esto es el desgaste emocional, físico y social que gira en torno a estas prácticas.

Se ha identificado que al igual que otros trastornos alimenticios, aquellos que sufren de ortorexia no identifican sus patrones conductuales como negativos. Incluso cuando la presenta comienza a sufrir de enfermedades asociadas como desnutrición, anemia, amenorrea y migraña. Personas diagnosticadas con este trastorno tienden a desarrollar anorexia ya que su constante restricción e alimentos los lleva a limitar su consumo tan intensamente que prefieren no comer a comer algo que no cumpla con su concepto de ‘saludable.’

La prevención de la ortorexia es fácil, acude con un profesional de la salud. Acude a un chequeo general cada año con tu médico de confianza y que te indique tu estado de salud. Consultar tu alimentación con un nutriólogo que te diseñe una dieta balanceada echa a la medida de tu cuerpo y tus necesidades. Y ahora sí, estás listo para conservar o restablecer tu salud corporal.

Alicia Gómez González
Psicóloga en Formación

Referencias

¹RAE. (2016). Real Academia Española. Recuperado de http://dle.rae.es/?id=X7N1J5K

²Bonaechea, García, Ríos & Zamora (2005). “Orthorexia nerviosa: A new eating disorder?” En Actas en psiquiatría. Pp. 66-68