Antojos salados durante el embarazo

06 de Enero del 2016

Los antojos durante el embarazo son extremadamente comunes. A través de distintas investigaciones se ha encontrado que los antojos están ligados a nuestros patrones culturales por lo cual en México los más comunes son de alimentos dulces, enchilosos o salados. Pero sabemos que el exceso en el consumo de cualquiera de estos es nocivo para la salud, entonces nos preguntamos ¿por qué?

En el caso de tener ganas de comer algo salado hay distintas teorías que explican las posibles causas. Más allá del mito que dependiendo de lo que se te antoje durante el embarazo es por si el bebé es niño o niña, hay procesos fisiológicos que están asociados con el consumo de sal. La sal común suele aportar sólo cloruro y sodio. El sodio en específico está ligado a la retención de líquidos y nivelar la cantidad de agua que hay en la sangre. ¹ Durante el embarazo, la mujer incrementará de peso y el bebé que está gestando se compone en más del 80% de agua por lo cual es muy importante mantenerte hidratada pero también necesitarás más sodio para retener todos estos nuevos líquidos. ²

Otra teoría que explica los antojos de alimentos salados durante el embarazo está ligada a los cambios hormonales. Si bien estos cambios hormonales son esperados se ha encontrado que las madres gestantes presentan distintas respuestas. Aquellas madres con una mayor producción de la hormona prolactina, que se encarga de estimular la lactancia y provocar la sed, presentaban antojos a los alimentos salados más que ante cualquier otro grupo alimenticio. ¹

Aun así, el exceso de consumo de sodio está relacionado con enfermedades que se presentan durante el embarazo como es la preclamsia y la falla renal aguda. ³ Por lo cual se recomienda que el consumo de sodio sea un promedio de 2.300 mg. Para las embarazadas con antojos salados se recomienda que sacien estos antojos de una forma balanceada. Una opción saludable para saciar los antojos salados durante el embarazo es consumir flor de sal, cuyas propiedades intrínsecas como ser naturalmente baja en sodio y alta en minerales esenciales permita tanto disfrutar de un gusto salado como de una nutrición balanceada.

Alicia Gómez González
Psicóloga en Formación
 

Referencias:
¹Fitzsimosn, J. & Grossman S. (2012). The Physiology of Thirst and Sodium Appetite. Medical Journal.
² Kalat, J. (2013). Biological Psychology. CENAGE Learning: EUA.
³Levano, K.; Bloom S. & Cunningham F. (2012). Williams Manual of Medical Complications. McGrawHill: EUA.